Sobre Nosotrxs
QUIÉNES SOMOS
Somos un grupo muy diverso de vecinxs de Tetuán.
Algunxs vivimos en el barrio desde hace muchos años, otrxs hemos llegado recientemente o simplemente venimos de visita de vez en cuando, porque Tetuán es un buen «barrio de acogida«.
Algunxs somos jóvenes, otrxs ya tenemos alguna edad aunque conservamos un corazón joven aún.
Algunxs somos de España, otrxs muchxs venimos de otros países: de Latinoamérica, de Asia, del norte de África, de otros países de Europa o de otros rincones del planeta.
Algunxs tenemos un trabajo, otrxs estamos paradxs y buscamos empleo.
Algunxs participamos en alguna asociación del barrio, otrxs no lo hacemos, pero nos gusta comunicarnos, conocer qué está pasando en nuestro barrio y no quedarnos quietxs.
Eso es lo que somos: un grupo muy diverso de personas que se encuentran, comparten ideas, piensan, sienten, reflexionan, se organizan, aprenden, crecen, se empoderan y por supuesto, sueñan y bailan.
Un montón de gente muy diferente, pero conectadas unas con otras, con la intención de acercarse, re-conocerse y construir un barrio más justo y solidario.
Entendemos La Enredadera como un espacio para la transformación social, donde aprendemos a relacionarnos de manera diferente, eliminando las relaciones de poder y donde damos pasos para construirnos como seres más libres. Intentamos generar herramientas para cambiar verdades inamovibles de nuestra vida y de nuestra sociedad, cambiar un sistema que nos oprime, basado en desigualdades y en la explotación del planeta.
¿No te dan ganas de conocernos? 🙂
CÓMO EMPEZÓ TODO ESTO
Esa es una buena pregunta… seguramente todas las personas que participamos en la Enredadera podríamos contar una historia diferente de cuándo pisamos la Enre por primera vez. O de quién nos contó acerca de ella, o qué estaba ocurriendo el primer día que asomamos la cabeza por la puerta. Como en casi todo, aquí cada unx tiene su historia!
Pero podemos contarles sobre cómo surgió la idea de okupar un Centro Social para el Barrio.
Durante el final de 2007 y todo el año 2008, un grupo de vecinas y vecinos de la zona de Bellas Vistas habían estado, durante meses, organizando y disfrutando actividades en plena calle. La intención era recuperar el espacio público, recordarnos que la calle es de todos y todas y que merece la pena habitarla y encontrarnos con otrxs vecinxs en ella. En esa época entre cada vez más vecinxs, organizamos varios Mercadillos de Trueque, en la plaza de la calle Tenerife esq. San Raimundo, y también juegos callejeros, dos Pasacalles por un Barrio Mestizo y Solidario y, para culminar, todo un verano de sesiones de cine nocturno en plena calle.
En ese entonces, terminando el verano de 2008, el grupo de gente que ya nos íbamos conociendo más, empezamos a ver que el otoño se acercaba y que se hacía necesario encontrar un lugar donde seguir reuniéndonos, charlando, jugando, viendo cine y pensando cómo podríamos hacer de Tetuán un barrio más habitable.
Y fue así que, pensando, esas personas decidimos okupar un edificio abandonado en el barrio de Tetuán, para que el mal tiempo no fuese un problema para todo el entusiasmo y la ilusión que teníamos en nuestro proyecto. Y durante la navidad de 2008, con mucho frío, algunas personas entramos en el edificio que ahora conocemos, que entonces aún no se llamaba Enredadera, y que estaba realmente en mal estado, porque los edificios que se dejan abandonados, como quizás ya sabrán, se llenan pronto de basura, ratas, goteras, humedades, y escombros. Pero como teníamos muchas ganas de utilizar ese espacio, trabajamos durante varios meses y en Junio de 2009, oficialmente, abrió las puertas La Enredadera, con una bonita fiesta de inauguración en la que armamos un pequeño taller de radio en plena calle, samba, payasos y hasta un dragón chino que vino desde China para apoyarnos!
Y desde entonces… pues han pasado muchas cosas! Mucha gente nos hemos ido acercando y conociendo, y muchas actividades, muchos aprendizajes y muchas cosas que nos hemos enseñado unxs a otrxs…. y hasta un desalojo judicial, en Febrero de 2010! Y una amenaza de precinto iniciada en verano de 2016 por parte del Ayuntamiento de Madrid! Pero, como advertíamos, La Enre No Se Toca y aquí seguimos, llevando a cabo todo aquello que no hemos dejado de soñar ni por un minuto!
CÓMO VEMOS NUESTRO BARRIO
Tetuán es un barrio muy diverso, ¿no creen?
En sus calles se encuentran personas de muchos países diferentes, que hablan lenguas muy distintas; hay jóvenes y no tan jóvenes, hay diferentes rostros, diferentes modas, diferentes peinados y muchas formas distintas de vestir, cantar, reír, bailar…
Sí, ¿verdad? Nuestro barrio es muy variado! Hay calles que parecen ser de un pequeño pueblito y hay grandes avenidas que van llenas de coches… demasiados coches, es cierto, en nuestro barrio el tráfico es bien cansado, aunque ya mucha gente se decide a coger la bici porque tanto coche hace que el aire sea difícil de respirar.
¿Pero por donde íbamos? ¡ah, sí! En nuestro barrio, que es muy variado, todavía quedan personas mayores que viven aquí desde hace muchos años, cuando Tetuán era – dicen – un pueblo humilde a las afueras de Madrid. Esta gente nos cuenta que antes, en Tetuán (o Tetuán de las Victorias, como se llamaba), era habitual que los niños y las niñas jugasen en la calle, tranquilos, porque apenas había tráfico de coches; sólo a veces cruzaban las carretas de los traperos, que abundaban entonces en nuestras calles. También nos cuentan que era muy frecuente que la gente sacase sus sillas a la puerta, para charlar con lxs demás vecinxs; como si la calle fuese una sala más de sus casas; como si compartiesen un «salón» grande con el resto del vecindario, y charlar, y comer, y tomar el sol si es que sol había.
Eso es algo que ahora no encontramos mucho en Tetuán. La calle no es fácil de habitar en estos días, apenas hay espacios abiertos y tranquilos, como parques o plazas, más bien abundan las avenidas y los coches, que pasan sin parar (como sucede a lo largo de Bravo Murillo, General Yagüe, Lope de Haro… ¿ya vieron?). Con ese panorama, mucha gente opta por refugiarse en sus casas, sin hacer mucha vida en la calle y, por tanto, sin poder conocer a otra gente del barrio. Pero eso nos parece un poco triste, porque desde tu salón es más difícil encontrarse con otras personas del barrio, ¿no creen?
Además, por si no fuera suficiente con el tráfico, en el barrio, como en todo Madrid, hay muchísima policía! ¿para qué tanta? Dicen que supuestamente para «controlar la delincuencia», pero en realidad los agentes se pasean por la calle con sus carros, armados e intimidando a un montón de gente humilde y callejera, a veces molestando a las personas que juegan dominó en la plaza del Poeta Leopoldo de Luis, a menudo pidiendo la documentación a la gente del barrio que pasa por la calle, en la Glorieta de Bravo Murillo, en Plaza de Castilla, con la intención de detener a nuestros vecinos y vecinas que no tienen documentos…. ¿¡qué delito es no tener papeles!?
Y la misma policía también saca a veces por la fuerza a personas que okupan casas o edificios de gente rica y que llevan abandonados muchos años, para reutilizarlos y darles un uso, porque ya saben que la vivienda está muy muy cara en Tetuán, como en Madrid. Y hay gente que ya dice que «ya es suficiente» y se mete en una casa abandonada para arreglarla y hacerla su hogar, pero la policía les molesta y les echa a la calle, y eso nos parece injusto, porque es una injusticia que con la necesidad de viviendas que hay, haya casas vacías en el barrio porque a sus propietarios ricos les apetece especular con ellas.
Esto es más o menos un conjunto de ideas de cómo vemos el barrio. Todo esto y muchas cosas más ocurren a diario en Tetuán; lo que ocurre es que a veces no nos enteramos porque caminamos por la calle cansad@s o no prestamos mucha atención a lo que vemos en la calle, porque tenemos ganas de regresar a casa a descansar. O porque creemos que lo que vemos en la calle «no es nuestro problema», porque a veces todavía se nos olvida que lo que les ocurre a nuestrxs vecinxs, podría ocurrirnos a nosotrxs mismxs, y que si no nos cuidamos entre nosotrxs, que somos la gente del barrio, nadie nos va a cuidar jamás.
Nuestro barrio, como decíamos, es un barrio muy variado. Hay de todo, y eso es una suerte, porque habiendo tanta variedad, podemos tener muchos puntos de vista y muchas ideas diferentes para trabajar juntxs en un barrio mejor. Pero aun así, todavía ocurre, según observamos, algunos vivimos muy separados de otros; por eso, ya desde hace un tiempo, estamos intentando crear una red de todos los vecinos y vecinas, para que así ya no seamos más desconocidos ni extraños y que nos reconozcamos, nos saludemos y nos preocupamos los unos de las otras, las unas de los otros. Esa es la forma más bonita y real de solidaridad que conocemos. Y queremos ponerla en práctica!